Batalla de la Isla de Mezcala

En los antecedentes de la Batalla de la isla de Mezcala. De 1810 a 1816 fueron muchos los sufrimientos y calamidades vividos durante la lucha por la independencia de México.

Algunos de los insurgentes de Mezcala se daban escapadas en las noches para ver a sus familias y llevarse algunos alimentos; el General Linares determinó hacer un reconocimiento de la fortaleza de Mezcala.

El General Linares determinó hacer un reconocimiento de la fortaleza de Mezcala.

Linares embarcó en una enorme canoa con algunos miembros de su estado mayor siendo acompañado por seis canoas de soldados españoles equipados.

Los insurgentes se dieron cuenta del peligro y se embarcaron nuevamente para salir.

Don Encarnación Rosas e Inés Navarro procedieron al ataque volcando a los españoles y entablaron una lucha marítima, donde tomaron varios oficiales como prisioneros.

El General Linares, su hijo y su sobrino Pablo Bustamante fueron hechos prisioneros y fusilados.

Batalla de la Isla de Mezcala
Fuerte Isla de Mezcala

En marzo de 1814

El general Cruz, el más temido en la Nueva Galicia durante aquella época, fue ascendido al grado de Mariscal y se presentó en Tlachichilco para dirigir las maniobras contra los insurgentes en Mezcala pero no se atrevieron.

El Gobierno Colonial

En junio del mismo año, reunió un ejército para acabar de una vez con los insurgentes de Ocotlán fortificados en Mezcala; 100 canoas grandes, 4 lanchas, una falúa y 2 canoas unidas entres sí eran dirigidos por el comandante Felipe García y el coronel Celestino Negrete.

Esta batalla duro varias horas en la que se lucho cuerpo a cuerpo, volcando a los españoles y los que llegaban a las orillas de la isla les llovía piedras. Esta batalla les dejó un gran botín: grandes cantidades de municiones, armas y un cañón; pero al enterarse el General Cruz decidió bloquear completamente la isla para que se rindieran los insurgentes por hambre, quienes en lugar de esperar a ser atacados tomaron la iniciativa y en las madrugadas salían de la isla y atacaban llevándose los pertrechos de guerra, principalmente los víveres.

Triunfo insurgente

Ante la flota española más numerosa, en 1815 la escuadrilla realista (española) era muy poderosa: 100 barcos pequeños, una boleta con capacidad para 300 hombres y una falúa nombrada “Fernando en su Trono”. Rodearon la isla de Mezcala, pero el patriotismo de los Ocotlenses, dirigidos por Santa Ana Rosas y Castellanos, les permitió combatir a los españoles, quienes se vieron obligados a irse con grandes pérdidas, dejando muchos víveres y pertrechos de guerra así como “Fernando en su Trono”.

En 1816 hubo muchas batallas, la principal de ellas fue en el punto denominado “Corral de Piedra”, donde se derrotó a los españoles pero después se rehicieron y sorprendieron a los insurgentes consiguiendo la victoria.

El Padre Castellanos exhortó a los combatientes a no ser confiados y que les sirviera de experiencia esa batalla.

El Fin de participación ocotlense en guerra por la independencia durante cerca de seis años, los insurgentes caminaron de triunfo en triunfo.

A finales de 1817

Una terrible epidemia azotó Mezcala. Por otro lado, los españoles estaban agotados de luchar y enviaron emisarios proponiendo la paz y ofreciendo el indulto a los jefes y soldados insurgentes. Sin embargo, don Encarnación Rosas no estuvo de acuerdo y se subió a lo más alto de uno de los acantilados de la isla para luego arrojarse al lago atado a un cañón.

El General Cruz aceptó las condiciones de paz y se reconoció el grado de Teniente Coronel al jefe Santa Ana, quien fue nombrado gobernador de la isla. El cura Castellanos también recibió honores.

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